Hola,
En una entrada anterior, explicaba qué solía hacer en mi clase de 1º de Primaria el primer día, (podéis leerlo aquí) y nombraba una dinámica que suelo hacer, en esta entrada voy a explicaros en qué consiste la dinámica de "La clase vacía" que suelo utilizar en el primer día de clase. Cuando los niños llegan a su aula de primaria suele ser un gran cambio para ellos, está en otra planta, a veces en otro edificio, con una distribución diferente, mucha menos decoración y hay una gran ausencia de juguetes y por si fuera poco, les cambian de compañeros. Ese primer día, procuro que la clase esté lo más vacía posible, que haya solamente las mesas y las sillas y tal vez unas cajas cerradas en alguna estantería. Ni posters, ni cuadros, ni cuentos, ni juguetes... nada, para que el contraste sea aún mayor. Queda un espacio completamente desangelado, pero a la vez es un espacio con un potencial enorme y eso es lo que quiero que los niños vean.
Les hago ver que tal y cómo está no es una clase muy bonita, pero que depende de nosotros, hacer que cambie y decidir cómo queremos que sea, elegir las cosas que queremos poner y cuidarlas después. Poco a poco van saliendo ideas, su preferencias, sus gustos, y de tanto en tanto, respondiendo a sus peticiones, voy sacando cosas de las cajas. A la mayoría les encanta, otros son más tímidos, pero el ambiente animado y distendido hace que se vayan soltando, pues en esta dinámica no hay respuestas equivocadas; otros por el contrario se muestran confundidos, es muy posible que no estén aconstumbrados a tomar decisiones y son precisamente esos alumnos los que más desean ser escuchados. Por supuesto, dejamos un rincón para las cosas de los detectives y algunos espacios en blanco para que los otros maestros puedan elegir qué colocar. Incluso algunos niños se animan a traer cosas de casa, por ejemplo un alumno entusiasta de los videojuegos, puede traer impreso o dibujado un cartel de Súper Mario, o de Sonic, que será colocado para que adorne la clase.
El objetivo de esta dinámica es que se sientan escuchados, valorados, y arropados por un aula que ellos mismos han elegido cómo tiene que ser y por lo tanto que sea un aula cuidada y donde el material sea respetado.
Otro propósito muy importante es que antes de que empiecen las clases presenciales, el aula esté limpia de polvo y suciedad, pero sobre todo de trastos inservibles, que se van acumulando año tras año y nadie sabe bien qué hacer con ellos y no se atreven a tirarlos, o simplemente les da pereza. A principio de curso es un momento genial para lavar esas cortinas que no se sabe qué año se colgaron, tirar programaciones muy viejas, llevar los libros de texto al curso correspondiente, revisar todos los juegos y juguetes y tirar los que estén deteriorados, reparar los cuentos que estén rotos, comprobar que el equipo informático funciona y tiene todos los programas necesarios para el curso... Vamos, un repaso en toda regla. Y no se trata de tirar por tirar, o derrochar recursos, si no de actualizar y tener una idea real de con qué contamos y en qué estado se encuentra.
Espero que os sirva de inspiración para crear vuestras propias dinámicas para el primer día de clase. Si queréis podéis contarme cómo os organizáis vosotros durante ese primer día tan especial en los comentarios.
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