Las historias, si están bien contadas, pueden mojarte los pies.
Y si además le sumas unas tabletas, una app de realidad aumentada y un buen puñado de ganas, el aula puede convertirse en un océano.
En la última entrada de El Sacapuntas de Sara, dentro de Letras desde el Desván, comparto una experiencia real vivida en mi clase: una actividad donde la lectura, la tecnología y la emoción se dieron la mano. Todo empezó con un cuento sobre el mar… y terminó con ballenas nadando sobre los pupitres.
En "Un océano en clase" reflexiono sobre el potencial de la realidad aumentada como herramienta educativa, siempre que esté al servicio de lo más importante: la historia que queremos contar y la emoción que queremos provocar.
Porque leer no siempre es quedarse quieto. Escribir, a veces, es bucear.
Puedes leer el artículo completo aquí:
Si queréis probar a escribir algo chulo, lo mejor es que motivéis a vuestros alumnos con papel con bordes temáticos como ESTOS que os propongo de la Web Twinkl.
Si alguna vez has traído la tecnología al aula para acercarte más a tus alumnos, me encantará saber cómo lo viviste tú.
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